"LA VISITA DE LADY LOIAL"

Abrirnos a vivir nuevas experiencias, es estar preparados para lo imprevisto. Estar atentos a las sincronías, las señales y a la simpleza disfrazada de complejidad, (por nuestra propia mente). Es animarnos a contemplar nuevos escenarios, hasta insólitos por cierto. Es jugar con la diversidad de potenciales que nos pertenecen. Confiando. Soltando toda expectativa, siendo participe conciente de todo lo que se nos revela. No digo sea sencillo, pero, ¿qué aventura más enriquecedora puede haber? ¿qué otro modo tenemos de acceder a las profundidades de nuestro ser?, ¿qué nos ofrece la oportunidad mágica de reconocernos y contemplarnos de uno u otro modo? Quizás no sea ni relevante ni oportuno para algunos, pero para quienes nos apasionamos ante la exploración de sabernos, sentimos que la clave de todo reside en ni más ni menos que Confiar... 

*  *  *

Estaba viviendo un sueño, un sueño muy lúcido con mi hogar materno, cuando una dama, se presentó mientras yo aún estaba en sueño, y me vi recostada en mi cama, y la ví a ella flotando sobre mi, a un metro de distancia, en una especie de esfera o burbuja transparente de no más de diez o quince centímetros de diámetro…

Llevaba puesto un hermoso vestido con miriñaque de color fucsia y rosado, su rostro terso, y su cabello recogido en un ligero rodete, dejaba entrever el tono castaño oscuro de sus cabellos.

La miré atónita. Me sabía en mi cama, y la sabia a ella... mirándome desde la esfera.

Con una voz suave, que devino transportada a través de unas finas hebras de luz, me dijo: _“Es la tercera vez que llego hasta ti, que me presento ante ti, ¿tengo que esperar mucho más para que me hagas caso?”

En ese momento, creo que de la impresión, aunque no fuera miedo, me sobresalté y me desperté.
Estando ya conciente de mi ser todo, en mi cuarto, en mi cama, un día hace unos cuantos meses atrás…reparé en que ese sueño, marcaba un punto de inflexión en mi días. Estaba mostrándome que era hora de dejar atrás los juegos esquivos de ser y no pertenecer a mi misma, sí, a mi misma. Ese, fue el día que en verdad sentí en conciencia que esa dama, me tendía su mano, invitándome a una de las aventuras más inefables, (sí es que realmente me abría a ello).

Así que con todo gusto, y amor, les comparto la presencia de Lady Loial, a quien iremos descubriendo, juntos. Ustedes y yo, poco a poco, respiración tras respiración, ni más ni menos que a pedido expreso de ella misma, luego de haber tocado ciertos puntos, dentro de mi...

Lorena 
El Vuelo del Mago


Yo Soy Lady Loial, Sí, me presento hoy a través de estas palabras y sensaciones, porque por fin la humana que las transcribe, ha accedido a hacerlo. Puede que les resulte algo divertido y  a la vez extraño. hasta que ella se vaya soltando y fluyendo... Bien, sí, que lo es, no me cabe ninguna duda de ello, porque a mi misma me parece divertido el modo esquivo que tiene, hasta que se permite.

Debo decir que costó bastante que se abriera a exponerlas de este modo; tan común en su mundo, tan apreciado por muchos, y tan mal interpretado por otros tantos. Pero eso no viene al caso, y ni siquiera importa en este punto.

Ella pretende, por momentos, que solo soy un personaje creado por su mente. Por lo pronto, a mi, me tiene sin cuidado, ya que me basta que me permita expresarme.
A medida que se abre de manera amena, cálida y espontánea, realmente de ese modo yo puedo expresarme libremente. Así que realmente me tiene sin cuidado si ella, quiere mostrarme ante ustedes como un simple personaje de ficción, una idea loca que llegó del aire, o como un producto de su imaginación. Porque cualquier sensación, reacción, o comezón que a ustedes les provoque, a ustedes corresponde...

¿Qué ironía no? ¡Producto de su Imaginación! ¡ah! Que bello instrumento, que bello sentido… Un gran potencial a ser desarrollado cada vez más y más, sí es que se permiten utilizarla como lo que en realidad es... Una maravillosa herramienta, llave de mundos,  de dimensiones, de reinos...

Igual no puedo pecar de... bueno en realidad no puedo pecar, (y ustedes tampoco), a lo que me quiero referir es que, la comprendo, Hubo un tiempo en que yo también fui la designada de mi alma y al re-cordar, el reparar en ese mismo sentir, es el que me atrajo hasta su portavoz en el momento del ahora.

Es que sé de primera mano, lo que se siente dudar de sí mismo.
Sé de primera mano el trabajo interno que se lleva a cabo, para asumirse responsable de toda creación que les acontece.
Sé lo importante que es querer conocerse a sí mismo, y aceptarse tal cual uno es...
Sé de primera mano, que el amor así mismo es uno de los tópicos más difíciles de permitir y lograr, casi como que es el último antes de… 

Pero no, no nos distraigamos, permítanme seguir con mi presentación.

Cada vez, que haya un permiso conciente de ella, voy a llegar con un relato de mis idas y venidas; de mis aciertos y de desaciertos;  de mis experiencias vividas, desde los diferentes integrantes que hoy contemplo y abrazo, dentro mi amada familia “Yo Soy”

Quiero transmitir, exponer mi propia mirada desde lo que hoy considero mi totalidad, para que sepan que no se pierde en lo absoluto nada de lo vivido, luego de haber completado el vuelo del mago.

¡¡¡Ah!!! ¡Cómo amo esa expresión! "El Vuelo del Mago" porque siento que porta tanta energía creadora por sí misma, siento que trasciende los conceptos, las ideas, y las presunciones de la ascensión. o inserción, (como quieran llamarlo)

¡¡¡Sí!!! el Vuelo del Mago, la completud para disfrutar plena y concientemente de tu vuelo, de tu expansión, y de tu expresión. Disfrutando tu propia esfera con total aceptación y confianza, tanto, que sería hasta absurdo tratar de exponerlo con una mera analogía, que le robe brillo a tu propia magnificencia creadora.

Sí, ese eres tú querido ser, pleno, puro y bello  por derecho de conciencia, Lleno de grandeza ante ti mismo, no importa ante los demás. 

Cuando percibas esa puerta en la que estás jugando. Perdiéndote en el cuadro menor, por temor a que la bisagra desaparezca... Cuando contemples donde estás y que solo al emitir ese aliento suave pero firme, lleno de convicción podrás abrirla de par en par. Y ahí, en ese momento tendrás el espacio que te invita a desplegar esas alas que pujan por emerger.

Están en la cornisa de su nueva vida, son como el niño que se arroja a nacer en el último envión desde el útero de su madre. Sí, en ese punto están. Y veo, siento cuando las comisuras de sus labios se despliegan hacia arriba, a veces tímidos, como si alguien estuviera monitoreando sus pasos, a veces osados, como si el mundo les cabría en la palma de su mano... porque ya se sienten ustedes también ahí, ya están disfrutando su vuelo, quizás no tan plenos como quisieran, pero es inminente. Así que dejen de creer que alguien supervisa, que hacen o dejan de hacer.

¿Saben? El único ser que te está mirando y a su vez alentándote es tu sí mismo, no hay monstruos, o cosas extrañas detrás de esa puerta, que ya está entreabierta. Ahí estás, eres tú, tu ser radiante que también emite sonrisas, y destella alegría, cuando te siente seguro, confiado, casi atravesando su energía. ¡Sí vieras como te alienta! pero ya sabes, que no tiene apuro, y siquiera va a intervenir o provocar nada que tu no estés preparado, o elijas vivir.

Sí, claro que no lo oyes. Por lo general pretendes que deseas escuchar o tener señales de un montón de otros seres, menos del más fiel y leal a ti mismo.

Absurdo, ¿no? Bien, pero lo sabemos, es parte de este patio de juego. Hasta que decidas de una vez por todas que no es ganarte en el sentido de vencerte, no es dar vuelta el juego como cuando te ponías frente a las pantallas de videos, para verlas pasar una tras otra, una y mil veces hasta que te dabas cuenta del truco, del secreto o de la maña. No, no se trata de eso,

Se trata de abrirte, expandirte, amarte, y rendirte. De ganar tu propia imagen, de ganar tu corazón, de ganar ese centro holográfico que realmente te mostrará donde es que estás jugando... ahí verás el escenario/cuadro mayor, la pintura que tu mismo trazas, coloreas... en definitiva, que tu creas...


Entonces, volviendo... depende de ustedes, desde que punto leen o reciben estos relatos.

Yo, en lo absoluto tengo ninguna pretensión, ni expectativa,  más que expresarme desde la libertad de ser lo que Yo Soy en este momento del ahora.

¿Saben, o sienten?
Lo más, lo más importante es la expresión del alma, no hay maravilla mayor que la de realmente permitir la expresión de la grandiosa familia que ustedes son. El no hacerlo es estancar el fluir energético, es estancarte produciendo un desequilibrio, que se cobrara tu bienestar. Te llevará a las mismas situaciones una y otra vez, hasta que te permitas ser...

Así que, a lo que me refiero es a la familia más intensa, apasionada, fiel, e incondicional que portan, esa está palmo a palmo con ustedes., desde el comienzo de su singularidad, allá hace eras y eras de su tiempo… No necesitan si quiera levantar la voz; con un suave tono, claro, y directo, pueden integrar cada uno de los miembros de la familia que ustedes son, y de ese modo contemplarse y disfrutar de las miles de facetas que los componen, que los hace uno e indivisos, ni más ni menos que con ustedes mismos.

Veo que muchos de ustedes temen equivocarse. Temen que su personalidad actual se vea dañada ante sus semejantes, con los cuales participan en su cotidiano vivir. Temen hacer el ridículo y quedar en evidencia. Es en esos momentos que primero me sale la risa al leer sus energías cuasi paranoicas, porque la mayoría presumen ser humildes desde un escondite que les ha llevado más de la mitad de su vida crearlo para sentirse seguros, claro una falsa seguridad que los enajena y les roba su autenticidad...

Cuanto tiempo más vas a ocultarte en esa cueva interna?
Cuanto tiempo crees que te queda sobre la faz de la tierra? Sí, sí no me vengas con que el tiempo no existe, eso me lo sé, más que de memoria, lo sé por percepción,

Así que te pregunto de Alma a Alma.
A quién te debes? A quién realmente te debes? A quien consideras que debes una explicación?

Es entonces, a veces, en un instante eterno de sollozos, y grandes inhalaciones de aire, que los veo sacudirse, enjugarse las lágrimas o las gotas de sudor, y veo que se sienten. Expanden sus alas, su energía, y percibo la respuesta centelleando más allá aún de su propio percibir….

¡Ahh! les digo, Maravilloso, continuemos.

En esos momentos también Ser, me brinda una de esas sonrisas tan de ella y nos sumergimos ambas en un mar de sensaciones, relatos, visiones, y muchos, muchos viajes que de un punto ahora, estamos compartiendo juntas…

Estos, ahora llamados relatos, no buscan aconsejar, ni guiar, ni levantar una nueva lista de conceptos ¿No están cansados ya de todo eso?, ¿No están hastiados de que otros les digan cómo y qué hacer?

Solo, tan solo, son momentos de comunión que amamos expresar y compartir, a veces en palabras, a veces en imágenes, y otras tantas, solo en entonaciones cargadas de una potente irradiación, por permitirnos unir nuestro mágicos mundos.

Porque no hay nada más importante que realmente trascender. Trascender toda teoría a través de la verdadera experiencia, de ser un humano en un viaje totalmente mágico, por derecho de conciencia. Nada como el compartir entre viajeros multidimensionales, las sensaciones de los viajes, y mostrarnos las rutas que hemos transitados lo unos y los otros. Nadie es más que nadie. Nadie es menos que nadie. Nadie tiene un recorrido más impresionante, o más mágico. Y nadie es más insignificante que otro, porque en lo absoluto no hay mayores experiencias, no hay un medidor de ellas. ¿Ah, quieren crearlo? sigan en la Tierra bajo las leyes del hombre, que osa, cuantificar la calidad. Absurdo, pero totalmente en boga en estos momentos de la humanidad.

Pero, por favor, no me dejen divagar, (sí es que en realidad divago) Hoy voy a comenzar contándoles una experiencia, que ya hace bastante tiempo atrás, fue vivida...  por uno de los integrantes de mi real familia...


Llegó corriendo hasta mis brazos, como si me hubiera reconocido.

Algo extraño sucedía. No era el punto.

Empecé a observar el lugar atentamente, en alerta. Una habitación desconocida, sencilla y prolija. Ventanas rectangulares una al lado de la otra que daban hacia un patio muy cuidado, lleno de juego para niños. Semejaba a una sala de jardín de infantes. Eso mismo, sí, una guardería para niños de no más de dos o tres años de edad.

Al sentir mi observación la niña se refugió aún más en mis brazos, se estrechó contra mi cuerpo con firmeza, con determinación.

Era bella, muy cálida y tierna. Y si no hubiera sido por su mirada; por la intensidad de sus acaramelados ojos; y por su piel extrañamente tersa, (que parecía dibujada con unas pequeñas espirales sutiles), hubiera jurado que era una niña más. Pero no lo era, no era humana, lo podía percibir hasta en el ritmo de su respiración.

Las personas deambulaban por la sala, como si nada, siguiendo el ritmo habitual de un primer día de clases, donde se acostumbra a acompañar a los niños que entran por primera vez, intentando miles de ardides para que acepten quedarse bajo las nuevas reglas...

¿Qué hacía yo ahí? ¿En que momento el portal había cambiado mi destino?

En segundos revisé el intento delineado, revisé la sensación que acompañaba a ese intento, y percibí una sensación extraña al reparar en un detalle que no había tenido en cuenta. ¿Eh? ¿Eso había sido? Hmm, aún no podría saberlo…

La escena se movía suavemente entre seres que recorrían el espacio casi somnolientos, en modo automático.

Y yo ahí. Aún seguía azorada con la niña en mis brazos, esperando que alguien la reclamara.

Entre líneas de pensamientos que surgían y se desvanecían, mientras continuaba abrazando a la pequeña, se acercó a nosotras una mujer que me resultaba ligeramente familiar. Ya la había visto en otros corredores del tiempo, pero en esta ocasión desempeñaba otro rol.

Tienes que ayudarla -dijo- tienes que sacarla de aquí, sí llegan a descubrirla será objeto de burla primero, de estudios luego y a medida que pase el tiempo, de temor.

La mujer leyó mis pensamientos, que se esfumaban en el éter y prosiguió, -al bosque, llévala al bosque, es de donde proviene su esencia, ahí puede lograr su fortaleza. Por ella has llegado hasta aquí, no es un error. Solo eso, no sientas ni culpa, ni vergüenza, tómala y entrégala al bosque, los que lo habitan, sabrán que hacer -. Y entre susurros, mientras giraba sobre sí misma para irse dijo -si antes no vuelves a cambiar su recorrido y sentido-.

No quise detenerme a pensar en lo que eso significaba... aunque una suave punzada surgió desde la boca de mi estómago.

Tomé la niña de la mano, salimos de la sala sin despertar absoluta curiosidad en nadie. Y a medida que nos alejábamos del establecimiento, comenzamos a caminar en dirección a unos altos árboles, que delimitaban la entrada al bosque.

Ella, en ningún momento opuso resistencia, aunque sentía su mano firme y su cuerpo tan cerca, que parecíamos una en las sombras que se dibujaban bajo las luces de un tímido sol.

Al detenernos, me agaché hasta su altura, corrí la capucha que le tapaba casi por completo el rostro, besé su frente y la dejé ahí, dentro de la línea de árboles.

Una nostalgia aguda invadió mi pecho, ¿cómo dejarla? ¿Cómo protegerla? La voz de la mujer seguía apareciendo como una guía. -Todo está bien, ella sabe que estás haciendo lo mejor, déjala con una intención clara de amor, lo demás, irá sucediendo a su debido tiempo -.

No podía seguir con ese acto que sentía tan cruel dentro de mis entrañas, sin embargo era lo apropiado, o por lo menos quería convencerme de ello.

Tenía que regresar al intento, me llamaba desde lo profundo el encaminarme otra vez al propósito primero de mi hazaña.

Respiré profundo y me dije, "está bien, quédate tranquila, cosas extrañas de estos viajes más extraños aún, tu lo pediste, ahora solo confía, confía"...


Miraba pasar el paisaje hacia atrás desde la cabina de madera, había pocos pasajeros y pude relajarme tanto como para liberar la angustia con un llanto trémulo.

A medida que avanzábamos hacia la próxima estación, de repente presentí en una extraña visión a la niña atravesando las paredes de las cabinas. ¡Sí, venía!, devenía hacia mi. Y en cada uno de ellas, iba creciendo. Y a medida que se acercaba, mi corazón respondía exaltado. Y al llegar a mi, la sentí de unos siete u ocho años de edad, mi corazón comenzó a palpitar con una vaga sensación de alegría, ternura e inquietud.

Ahora tenía la certeza, no era humana para nada. Se sentó a mi lado, me extendió su mano, y ambas asentimos con la mirada. La suya una mirada inocente, pura y fresca. En la mía, pudo leer la convicción, ¡ya no la dejaría, ya no!

Ambas tranquilas y con paso firme, bajamos del tren en la siguiente estación. Las palabras que no eran palabras, iban apareciendo a medida que caminábamos un sendero desolado, un sendero que pocos humanos transitaban, porque lo habían olvidado. Las palabras no salían de su boca, ni de la mía, eran imágenes llenas de una magia que no recordaba haber visto, sin embargo me resultaba tanto familiar, como natural.

Nos adentramos en la profundidad del bosque, disfrutando de una sensación de protección que nos envolvía. Cientos de seres nos acompañaban y nos abrían paso entre la hierbas, y las ramas caídas. Los animales silvestres observaban, no solo a nosotras, percibían las energías de nuestros acompañantes y les rendían pleitesía. No averigüé quienes eran ellos, con solo saberlos puros y honestos me bastaba. 

Llegamos a un punto, donde ambas, sin ponernos de previo acuerdo nos soltamos las manos, nos paramos una frente a la otra. Ella cedió unos pasos hacia atrás y comenzó a desplegar una energía que se difuminaba en los árboles de alrededor, en la tierra que abría sus poros y respiraba la esencia, y se la regresaba a través de la planta de sus pies, ahora desnudos y cubiertos de unas finas hebras que tejían figuras diferentes, muy gráciles y sutiles.

Mientras su propia esencia fluía a través de su cuerpo, me invitó a abrir mi campo para que pudiera ver el recorrido de esa esencia, que ahora ante mi percepción expandida, se veía como miles de semillas doradas, muchas de ellas cristalinas. Por sus piernas iban ascendiendo como un tropel jugando con cada parte de su cuerpo, sus huesos, con sus venas, con cada músculo. Al llegar a sus caderas, se agruparon deliberadamente, sintonizando la misma frecuencia, un cúmulo de éstas se alojó en su vientre, dibujando una espiral dorada que bañaba ese centro tan mágicamente, que solo podía respirar profundo ante tanta efervescencia.
El siguiente grupo de esas semillas, se abrió paso con una sutileza tal, que podía sentir las cosquillas que emitían en su cuerpo, su ser absorbía lo que le iban transmitiendo. Estaba contemplando un nutrir tan puro, una entrega tan maravillosa, que no podía dejar de estremecerme. Las semillas seguían abriéndose paso, mientras la niña inhalaba y exhalaba... 

El viento arremolinó. El viento jugó tanto con su cabello como con el mio, despeinándola, sacándole sonrisas eclécticas y transformadoras. El viento, siguió soplando, y mientras lo hacía ascendía por un vórtice por encima de la cabeza de Ela, ahh sí, Ela, ese su nombre, lo sentí, me permitió que lo sintiera. Con una suave voz dijo Gracias, un movimiento casi imperceptible surgió de todo su cuerpo transformando su ser delante del mío. Una estela de luz giró delante de cada uno de los magos dispuestos en ronda, sonriéndoles, creando imágenes que aparecían y se esparcían... Y en otro movimiento más y zass entró en mí a través de mis ojos, para elevarse abriendo mi corona. Y antes de irse, me regaló visiones. ¡Wow! y que visiones, y de una de ellas quedé prendada, ligeramente conmovida y prendada, - esa serás tu cuando seas como yo - dijo -  y al abrir mis ojos, me hallaba en el primer intento, donde había delineado descansar entre los túneles del tiempo, (antes de haber tenido esta increíble aventura).

Estaba en el punto cero, flotando dentro de una maravillosa caverna blanca. Estaba ahí para recuperar energía, para desconectarme y despojarme de todo resto de emoción que me impidiera continuar alegremente en cualesquiera de los viajes que eligiera... "Y entre visiones, sueños y sonrisas, seguí disfrutando de la magia de Merlín en otro tiempo en otro espacio en una realidad llamada tierra, sabiéndome que solo estoy de paso, como en ese bosque... con aquella niña”


**  **  **


Sé que muchos consideran que su mundo mágico está plenamente disponible, solo al soltar la mente, tras quedar profundamente dormidos. Divertido va a ser, cuando realmente integren, comprendiendo, que su mundo, su círculo comienza a ser más mágico aún, cada vez que se permitan ser Leales así mismos, como el nombre que hoy les comparto a través de Lady Loial, porque les aseguro que es lo más noble y auténtico que pueden hacer... Ser Leales a Sí Mismos.


¡Gracias por estar ahí y aquí!

Lady Loial





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